¿Estás pensando en invertir en Bolsa pero no tienes claro si es algo para ti? Eso es algo bastante habitual. Y muchas personas que podrían ganar dinero en Bolsa no se atreven porque creen que no es para ellos. ¿Quieres salir de dudas y no perderte la oportunidad? ¡Pues sigue leyendo!
Aprender a invertir en Bolsa desde cero… ¿Es difícil?
Mucha gente cree que aprender a invertir en Bolsa es algo complicado y que solo está al alcance de unos pocos. Y no es cierto ni lo primero ni lo segundo: Es algo bastante sencillo y que está al alcance de cualquier persona.
Por supuesto, una cosa es que aprender a invertir en Bolsa sea fácil, y otra muy distinta que cualquiera pueda ganar mucho dinero haciéndolo. Son dos cosas distintas. Igual que cualquiera puede jugar al fútbol, pero no cualquiera puede ser Cristiano Ronaldo o Messi.
Pero aprender a invertir en Bolsa es muy fácil, y conseguir unos resultados decentes (digamos, unas rentabilidades anuales de alrededor del 10% para tus inversiones a largo plazo) es algo bastante sencillo.
También es fácil aprender a especular en Bolsa, entendiendo por especular un tipo de inversión más a corto plazo y que tiene como objetivo generar ingresos diarios, semanales o mensuales.
Sobre esta última diferenciación, hablaremos un poco más en profundidad en un apartado posterior. De momento, tiene que quedarte claro que aprender a ganar dinero en Bolsa tanto a corto como a largo plazo es algo al alcance de cualquiera.
Y, de hecho, estás en el mejor lugar para empezar, porque vamos a explicarte todo lo que debes saber al respecto y te vamos a dejar listo para que empieces a hacer tus pruebas. Así podrás ir cogiendo práctica.
¡Vamos allá!
¿Qué es la Bolsa?
Empecemos por el principio: ¿Qué es exactamente la Bolsa?
La Bolsa no es ni más ni menos que un mercado, exactamente que el mercadillo que montan un día a la semana en tu barrio. La única diferencia es que, mientras que en el mercadillo venden ropa, en la Bolsa se venden acciones.
¿Y qué son las acciones? Pues no son más que títulos de propiedad sobre una empresa.
Es decir, que la Bolsa es un mercado donde se compran y se venden títulos de propiedad de empresas (o sea, acciones).
Ahora, ¿quién compra y quién vende las acciones?
Pues, por el lado de los compradores, siempre son inversores (es decir, gente o instituciones que tienen dinero ahorrado o a los que les han prestado dinero).
Estos inversores pueden ser particulares (como tú o como yo), instituciones (fondos de inversión, por ejemplo) u otras empresas (por ejemplo, una empresa que quiere comprar otra más pequeña).
Sin embargo, por el lado de los vendedores suele haber un poco más de confusión. La gente cree que quien vende las acciones son las empresas, y esto no es del todo así. Los vendedores en la Bolsa pueden ser de dos tipos:
- Salidas a Bolsa: En las salidas a Bolsa de las empresas sí son las empresas las que venden acciones. Supongamos que tienes una empresa (el 100% de la propiedad es tuya), la sacas a Bolsa, y pones a la venta un 20% de la compañía, dividida en un millón de acciones. En este caso, es la propia empresa la que vende acciones.
- Ampliaciones de capital: En las ampliaciones de capital son parecidas a las salidas a Bolsa, pero con la empresa ya estando cotizada. Imagina que, tras hacer lo anterior, dos años después, consideras que necesitas dinero para hacer inversiones en tu empresa. En este caso, puedes ampliar capital generando nuevas acciones, y, de esta forma, financiar nuevos proyectos en la empresa sin necesidad de endeudarte.
- Vendedores de poseedores de acciones: Por último, están los vendedores de poseedores de acciones. Imagina que yo fui de los que compró acciones cuando sacaste a Bolsa tu empresa. Ahora, después de que hayan subido de precio, considero que es hora de venderlas. Por tanto, las oferto a precio de mercado y espero que alguien las compre. Aquí hay un trato al margen de la empresa y al margen de ti como fundador, gestor y accionista mayoritario de la empresa.
En realidad, pese a que la distinción anterior es útil para entender cómo funciona la Bolsa, es un poco engañosa. Incluso en los puntos 1 y 2 el vendedor es un particular o grupo de particulares.
En el primer caso, tú, como único propietario, vendes parte de tus acciones. En el segundo caso puede que haya más propietarios, pero también acordáis vender más acciones, así que también sois particulares vendiendo más acciones.
Así que, en realidad, siempre son personas las que venden las acciones (al igual que siempre son personas las que compran las acciones). Pero la distinción viene bien para entender el mecanismo con el que opera la Bolsa.
¿Y para qué quiero acciones?
Claro que, ahora, puede que te estés preguntando: ¿Y yo para qué quiero acciones? ¿Por qué hay tanta gente peleándose por comprar y vender unos trozos de papel? Y es una pregunta razonable, pero que se responde muy rápidamente: Porque permiten ganar dinero.
Cuando vas al mercadillo, compras productos que no te van a generar rendimientos monetarios. No te van a generar ningún ingreso por sí mismos, ni se van a apreciar con el tiempo (al revés, se van a depreciar).
Sin embargo, en la Bolsa, compras títulos de propiedad sobre empresas. Y eso significa que tiene derechos en esa empresa. ¿Qué derechos? Pues derecho a decidir qué se hace con la empresa y a cobrar parte de los beneficios que genere.
Por supuesto, comprar dos acciones no es suficiente para decidir qué va a hacer la empresa (eso lo deciden los accionistas mayoritarios cuando suman el 51%), pero sí te da derecho a recibir parte de los beneficios en forma de dividendos.
Así, si tienes un buen paquete de acciones, cada mes, tres meses, seis meses o un año, puedes recibir la parte proporcional de los beneficios de la empresa, en virtud de cuántas acciones tengas.
Adicionalmente, está la revalorización de las acciones. Una empresa puede salir a Bolsa y que sus acciones valgan 10€, y tú puedes comprar esas acciones y devengar los dividendos mencionados.
Pero puede que esa empresa esté bien gestionada y crezca poco a poco, aumentando sus beneficios. Y, si aumenta sus beneficios, aumenta el precio que vale el total de la compañía. Y, si aumenta el precio total de la compañía, aumenta el precio de la parte proporcional que tú tienes (o sea, de tus acciones).
Así, puedes obtener también ingresos comprando acciones y vendiéndolas cuando se revalorizan.
Un ejemplo gráfico
Para terminar de entender por qué te interesa tener acciones, vamos a explicarlo con un ejemplo más concreto y del día a día, que seguro que te queda mucho más claro de este modo:
Imagina que un amigo tuyo monta un bar, y, unos meses después, el bar está generando unos beneficios de 20.000€ al mes, y tu amigo te dice: “¿Me compras el 49% del bar por 60.000€ y yo utilizo esos 60.000€ para hacer crecer el bar?”.
En ese momento tienes que pensar: Tu parte serán 10.000€ de los beneficios al año, y estás pagando 60.000€. O sea, recuperarás el dinero en unos 6 años si todo sigue igual. Digamos que te interesa, y le dices que sí.
Así que, ahora, tienes la mitad del bar, por valor de 60.000€, y, además, un ingreso anual de 10.000€. Pero esos 60.000€ que vale tu mitad del bar pueden variar.
Digamos que tu amigo utiliza bien los 60.000€ que obtuvo al venderte la mitad del bar, y ha conseguido que, en lugar de 20.000€ al año, el bar genere el doble, 40.000€. Ahora, tú recibes cada año 20.000€… ¡Pero el valor de tu mitad ya no son 60.000€, sino 120.000€!
Y puedes decidir si seguir manteniendo tu mitad del bar, recuperando lo que invertiste en 3 años, o vendérselo a un tercero, ganando la diferencia entre los 60.000 y los 120.000€.
Por supuesto, también puede ocurrir lo contrario, que tu amigo no invierta bien los 60.000€ que le diste, y, en lugar de doblar los beneficios, los reduzca a la mitad. En este caso, solo recibirás 5000€ al año, y el valor de tu mitad del bar será de 30.000€.
Pues bien, ahora, imagina que tu amigo, en lugar de ofrecerte solamente a ti el 49% del bar por 60.000€, divide ese 49% en 10.000 acciones de 6€, que vende a 10.000 personas… ¡Es exactamente lo mismo solo que con más gente!
¿Eso es todo? ¿Y por qué se dice que es como un casino?
La verdad es que sí, eso es todo. Al menos, en lo que respecta a la Bolsa. Sin embargo, hay dos motivos importantes (además del desconocimiento en sí mismo) por las que la gente considera la Bolsa un casino en lugar de un mercado normal y corriente como cualquier otro, y son las siguientes:
En primer lugar, es un mercado más complejo que el de la ropa en el mercadillo. En el mercadillo tú compras con el objetivo de usar lo que compras, pero en la Bolsa, normalmente, tú compras con el objetivo de generar ingresos a futuro, ya sea vía dividendos o revalorización de tus acciones.
Esto implica que la Bolsa es un mercado bidireccional (en algunos casos eres comprador y, en otros, vendedor), mientras que la mayoría de los mercados en los que operamos en nuestro día a día son unidireccionales (siempre somos compradores).
Además, para saber si estamos tomando buenas decisiones en ese mercado, hay que hacer estudios bastante más complejos que en el mercadillo (al menos, en apariencia, porque, como podrás comprobar, no es MUCHO más difícil).
Así que es normal que la gente considere que es una ruleta rusa, porque es un mercado mucho más caótico que el mercadillo y, si no se entiende cómo funciona, es normal que parezca que no haya ninguna regla que rija lo que allí sucede.
Pero hay una segunda razón para que la gente desconfíe tanto de la Bolsa, y es que se ha construido toda una industria sobre la Bolsa, que es lo que se conoce como los mercados financieros. Y estos mercados financieros sí tienen productos mucho más difíciles de entender.
En estos mercados financieros encontramos todos los productos derivados del mercado de valores (warrants, CFDs, opciones, futuros…), índices, ETFs… Estos productos siguen sin ser cosas exóticas que nadie entiende. Se pueden comprender y trabajar con ellos. Pero son un poco más complicados, precisamente por construirse sobre la Bolsa.
¡Y si la gente no entiende la Bolsa, imagínate los productos que se construyen sobre ella!
Así que lo que hay que entender que la Bolsa solo es una parte de los mercados financieros, no la totalidad de estos. La Bolsa, podríamos decir, es la base sobre la que se construye todo lo demás. Y, por lo tanto, es la parte más sencilla (así que es el mejor lugar para empezar, tanto por ser lo más sencillo como por ser la base para lo demás).
Por hacer el paralelismo: Comprar y vender casas es un negocio sencillo. Sin embargo, sobre ese negocio se construyen las hipotecas, que son un poco más complicadas. Sobre ellas, se construyen las hipotecas puente y otro tipo de productos parecidos. Y podríamos seguir construyendo productos y negocios más complicados por encima de ellos.
Pero eso no quita que la compra y venta de casas sea algo sencillo y fácil de entender. Con la Bolsa pasa lo mismo.
Especulación vs. Inversión
Seguramente hayas oído muchas veces los conceptos “especulación” e “inversión”. Y no es raro que se utilicen indistintamente. Vamos a ver si podemos arrojar un poco de luz a este respecto:
La especulación y la inversión, si hablamos estrictamente, lo mismo: Una compra con el objetivo de ganar dinero con la revalorización de una determinada acción (en realidad, se puede hacer con alguno de los productos mencionados arriba, no solo con acciones, pero, de momento, para no complicarlo más, quédate con lo que te he dicho).
Sin embargo, en el vocabulario popular, tendemos a diferenciar entre especulación e inversión, porque nos facilita entender de qué estamos hablando en cada momento. Por nuestra parte, en esta web lo diferenciamos del siguiente modo:
- Inversión: Se trata de la práctica en la que tratamos de estimar el comportamiento de una empresa, tratando de comprar acciones que están baratas para venderlas cuando estén caras PORQUE LA EMPRESA LO ESTÁ HACIENDO MEJOR. Por su naturaleza, tiende a ser algo que se hace a largo plazo.
- Especulación: Se trata de la práctica en la que tratamos de estimar el comportamiento de las personas, tratando de comprar acciones que pueden estar caras o baratas para venderlas cuando estén caras (o más caras) PORQUE LA GENTE LAS ESTÁ COMPRANDO. Por su naturaleza, tiende a ser a corto plazo.
Nota que es una diferencia muy importante. Puedes mirar el balance de una empresa y ver que está quebrada, pero si mucha gente no lo ve y siguen comprando, el precio seguirá subiendo. Si te beneficias de eso, estarás especulando.
Del mismo modo, una empresa puede ser muy solvente a largo plazo pero estar pasando por un mal momento y, por tanto, la gente no quiere comprar esas acciones (por lo tanto, esas acciones estarán baratas). Si te beneficias de eso, estarás invirtiendo.
¡ATENCIÓN! Estas dos definiciones y esta diferenciación que hemos hecho aquí no es compartida por todo el mundo, pero nos parece muy buena para entender la diferencia entre una cosa y otra.
Conceptos básicos para invertir y especular en Bolsa
Ahora que ya tienes claro qué es la Bolsa y qué se hace en ella, podemos pasar a ver algunos conceptos básicos que te ayudarán a invertir y especular en Bolsa (ten en cuenta que puede haber muchos otros términos, aquí solo mencionamos los principales):
- Acción: Una acción es un título de propiedad sobre un porcentaje de una empresa.
- Cotización: Es el precio de una acción.
- CFD: Es un Contrato por Diferencia. Permite a un especulador apostar a que una acción va a subir o bajar sin necesidad de comprar o vender realmente la acción. Su lógica es parecida a la de una apuesta.
- Activo subyacente: Es el activo que sirve de base para un derivado dado (por ejemplo, un CFD). Así, un CFD de Telefónica tendrá como subyacente la cotización de las acciones de Telefónica.
- Apalancamiento: Endeudamiento. Si te apalancas x10, los 100€ con los que inviertas te permitirán operar como si tuvieras 1000€, potenciando tus ganancias pero también tus pérdidas.
- Ponerse largo: Ponerse largo es apostar a que una acción va a subir. Es decir, comprarla barata y venderla más cara.
- Ponerse corto: Ponerse corto es lo contrario, apostar a que una acción va a bajar. Es decir, venderla cara y comprarla barata (algo que se puede hacer a través de CFDs).
- Análisis fundamental: Es el análisis de las compañías que se basa en entender a qué se dedica, ver su balance, su mercado, etc. El análisis que harías para determinar el valor de un piso, pero aplicado a empresas. Se utiliza para el largo plazo.
- Análisis técnico: Es el análisis de las compañías que se basa en estudiar la evolución de su cotización y los patrones en el mismo. Se utiliza para el corto plazo.
- Renta variable: Se considera de renta variable cualquier activo financiero en el que el inversor no sabe de antemano qué rendimiento va a obtener (las acciones son renta variable).
Consejos para invertir en Bolsa
Ahora, vayamos a los consejos para invertir en Bolsa, y te recomiendo que prestes atención, porque son muy importantes:
No apuestes, estudia
Uno de los peores errores que puedes cometer es el de invertir o especular en Bolsa como si estuvieses apostando. Esa es la mejor forma de perder dinero (igual que si apostaras en cualquier otro lugar).
Independientemente de que te vayas a basar en el análisis técnico o en el fundamental para invertir y especular, es importante que estudies la compañía en profundidad para tratar de predecir qué va a hacer su cotización.
Invierte el 80%, especula con el 20%
Aunque se puede ganar dinero tanto invirtiendo como especulando, lo cierto es que la mayor parte de la gente gana dinero invirtiendo y lo pierde especulando. Es una realidad empírica.
Ahora bien, eso no significa que no se pueda ganar dinero especulando. Hay muchísima gente que lo hace. Pero, como la posibilidad de que vayas a ganar más dinero invirtiendo que especulando es la que es, nuestra recomendación es que, de tus ahorros, inviertas el 80% y utilices el otro 20% para especular.
Al menos, la principio. Si, con el tiempo, ves que se te da mejor especular y que eres capaz de generar buenos ingresos de ese modo, puedes tomar una mayor proporción.
Pero, de momento, como no sabes si se te va a dar bien y sí sabes que la mayoría de gente gana más invirtiendo que especulando, te recomendamos que lo hagas con las proporciones mencionadas.
Especula con CFDs
A la hora de invertir, compra acciones directamente. Pero, a la hora de especular, no tiene sentido que lo hagas. Es mucho mejor que lo hagas a través de CFDs (es decir, contratos por diferencia).
La razón es que la especulación exige que compres y vendas muchas veces, y, al hacerlo directamente con acciones, esas operaciones tienen comisiones que se comen el beneficio. Pero los CFDs, además de tener otras ventajas, no tienen comisiones.
Aprovecha las tendencias bajistas
Al operar con CFDs, además, tienes la posibilidad de aprovechar las tendencias bajistas. Como no estás operando directamente con acciones, puedes “vender” aquellas acciones que no tienes.
De esta forma, si crees que una empresa va a ir mal, puedes ponerte corto de esa empresa a través de un CFD, y beneficiarte cuando caiga. De nuevo: Esto es algo que solo puedes hacer con CFDs que tengan dicha acción como subyacente, no directamente con las acciones.
Cuidado con el apalancamiento
Los CFDs, además, te permiten operar con apalancamiento. Es decir, te permiten endeudarte para operar en el mercado como si tuvieras 100.000€ cuando solo tienes 1000€. Y lo mejor es que, si el mercado no hace lo que pronosticaste, no pierdes 100.000€, sino solo 1000€.
Esto es algo que, de nuevo, no puedes hacer operando directamente con acciones, porque los bancos y los Brókers de acciones no te van a prestar dinero para operar, pero los Brókers de CFDs sí lo hacen.
Sin embargo, tienes que tener cuidado, porque, aunque puedes aumentar tus beneficios de esta forma, también pueden aumentar tus pérdidas. Piensa que si aciertas en tu apuesta, multiplicarás por 100 las ganancias, pero, si no aciertas, multiplicarás por 100 tus pérdidas.
Por tanto, es 100 veces más fácil que aumentes tu saldo en la cuenta, pero también 100 veces más fácil que tu cuenta acabe con 0€ (pero con la seguridad de que no bajará de esos 0€).
Cuidado con el análisis técnico
El análisis técnico es muy útil para la operativa en el corto plazo. Por ejemplo, al especular durante unas horas o, máximo, algunos días. Pero, a partir de un plazo temporal de semanas o de meses, es mejor centrarse en el fundamental.
¿Por qué? Porque, a corto plazo, el mercado puede ser irracional y la gente puede dejarse llevar por los patrones de las gráficas, así que, si muchos hacen lo mismo, pueden hacer que el precio se mueva unos puntos en una u otra dirección (una profecía autocumplida).
Si tú eres uno de ellos, el precio se moverá en la dirección que has pronosticado, y podrás ganar algo de dinero con esa operativa en el corto plazo.
Sin embargo, en el largo plazo, las figuras y las cotizaciones pasadas no son tan relevantes, porque la cotización está mucho más sujeta a los fundamentales de la empresa: Si la empresa está ganando dinero y creciendo, su cotización subirá indefectiblemente.
Por tanto, recuerda: Análisis técnico para el muy corto plazo, y análisis fundamental para el largo plazo.
¡Céntrate en las acciones!
Si vas a invertir en Bolsa, céntrate en las acciones. En los Brókers de CFDs te ofrecerán muchas otras opciones. Por ejemplo, te permitirán apostar en índices, Forex o materias primas. Sin embargo, nuestra recomendación es que te centres en una cosa.
¿Por qué? Por la sencilla razón de que ya es bastante difícil aprender a operar en un mercado, como para ir saltando de mercado en mercado continuamente.
Así que, si quieres invertir en Bolsa, empieza por ello y no vayas cambiando continuamente, de esta forma, aprenderás mucho más rápido y será más probable que llegues a ganar dinero en relativamente poco tiempo.
Ir cambiando es la mejor forma de perder dinero, porque la forma de analizar el mercado de acciones no es la misma que la de analizar el mercado del petróleo o de divisas.
¿Cómo empezar a invertir en Bolsa online y desde casa?
Como ya hemos explicado anteriormente, en el mundo de la inversión en Bolsa puedes plantearte hacerlo de dos formas. Una más típicamente de inversión, y una más típicamente especulativa.
La de inversión, en general, se asocia más al largo plazo, mientras que la especulativa se asocia al corto plazo. Y también hay que decir que se ha demostrado que la inversión da mejores resultados que la especulación.
Siendo así, lo lógico sería plantearse por qué no dedicarse únicamente a la inversión y dejar de lado la especulación. Pero pensar así sería un error: La inversión es una forma de ahorrar y rentabilizar el ahorro. La especulación es una forma de ganar dinero (algo más parecido a un trabajo).
Por tanto, a la pregunta de cómo empezar a invertir en Bolsa online y desde casa, nuestra respuesta es: Invierte tus ahorros en Bolsa a largo plazo en paquetes de acciones, y utiliza una parte de tu dinero para especular en Bolsa a corto plazo con CFDs.
Para invertir a largo plazo tienes muchas fórmulas. Puedes invertir en fondos de inversión o hacer tú mismo la selección de tus acciones a través de cualquier bróker bancario, como el de ING Direct.
Para especular a corto plazo, tienes que apostar por un bróker de CFDs, porque con ellos se reduce enormemente la cantidad que pagarás en comisiones y, como vas a estar comprando y vendiendo continuamente, es algo que te interesa.
¡ATENCIÓN! No debes mezclar ambas fórmulas. No se te ocurra comprar a largo acciones en un bróker de CFDs (no las estarás comprando realmente) y no se te ocurra operar a corto plazo con un bróker como ING Direct (las comisiones se comerán todos tus beneficios).
Aclarado que para especular a corto plazo en Bolsa necesitas un buen bróker de CFDs… ¿Cuál elegir? Y, de eso, hablamos en el siguiente apartado.
¿Dónde invertir en Bolsa? Los mejores brókers
Como hemos dicho en el apartado anterior, tienes diferentes opciones para empezar a invertir en Bolsa. Y, aunque ya hemos dicho que una buena opción es comprar acciones de calidad y esperar a que se revaloricen o den dividendos, también hemos dicho que eso te aburra.
Nuestra recomendación, por tanto, es que cojas el dinero que tengas disponible y dividas en una proporción del 80-20. 80% lo inviertes para invertir a largo plazo comprando acciones, y el otro 20% lo utilizas para aprender a hacer trading en Bolsa.
De esta forma, conocerás las dos formas de inversión en Bolsa que existen: La inversión a largo plazo, y la especulación a corto plazo.
¿Y dónde invertir a corto plazo? Pues, en nuestra experiencia, las mejores plataformas para hacer trading en Bolsa son las siguientes:
Como puedes ver, invertir en Bolsa no es para cuatro ricos ni mucho menos. Cualquiera puede hacerlo. Y, si eres lo suficientemente inteligente (y tienes un poco de suerte, porque eso también influye), puedes conseguir grandes beneficios. Eso si, siempre tienes que tener en cuenta los riesgo que puede implicar una perdida total de tu capital y jamás invertir con más dinero del que puedas perder totalmente.
Atención: “Los CFDs son un producto dificil de entender, la CNMV considera que no es adecuado para inversores minoristas debido de su complejidad y riesgo”.