El apalancamiento financiero es uno de los conceptos más importantes para entender las finanzas (y, en general, para entender toda la economía). Si quieres entender a la perfección este concepto, sigue leyendo. ¡Tenemos la guía más completa al respecto!
¿Qué es exactamente el apalancamiento?
El apalancamiento es un concepto financiero y económico que se utiliza para expresar el uso de endeudamiento para financiar una operación. No tiene ningún misterio adicional: Usar deuda en vez de fondos propios para llevar a cabo algo.
Como puedes suponer, esto tiene una ventaja fundamental (el aumento de la rentabilidad) y un riesgo también fundamental (que la operación salga mal y acabes siendo insolvente).
Para definir el apalancamiento se suele utilizar la proporción entre capital propio y el crédito utilizado. Por ejemplo, si llevas a cabo una inversión con un apalancamiento de 1:4, significa que el banco ha puesto cuatro veces tu inversión (por ejemplo, tú pones 200.000€ y el banco 800.000€, para un total de un millón de euros).
Un ejemplo en positivo
Vamos a poner un simple ejemplo para que se entienda mejor el concepto: Imagina que quieres invertir un millón de euros en la Bolsa. Coges tus fondos propios, los inviertes, y al año siguiente vendes tus acciones por 1,5 millones de euros. Has obtenido un 50% de rentabilidad.
En cambio, si hubieses optado por recurrir al apalancamiento, te encontrarías con que tú solo inviertes 200.000€ (y los otros 800.000€ los dejas en tu banco), y una entidad financiera te ha prestado los otros 800.000€.
Esa entidad financiera te va a cobrar un 10% anual por el préstamo. Es decir, al cabo de un año, tú tendrás que devolverle 880.000€. Ahora bien, al cabo de ese año, también habrás obtenido 1,5 millones con tu inversión.
Así pues, habrás ganado 1,5 millones – 880.000€. Es decir, 620.000€. Es decir, con 200.000€ hemos obtenido 620.000€. Es cierto que, en términos absolutos, hemos obtenido menos dinero (1,5 millones vs. 620.000€), pero también es cierto que hemos aumentado nuestra rentabilidad de forma espectacular.
Obtener 620.000€ con 200.000€ equivale a una rentabilidad del 210%. O sea, más de 4 veces más la rentabilidad que habrías obtenido invirtiendo el 100% de tus fondos propios en la misma operación.
Un ejemplo en negativo
Ahora, no todas las inversiones salen bien, y el apalancamiento también tiene riesgos. Bien podríamos haber invertido el mismo millón de euros (200.000 propios y 800.000 prestados), y descubrir que, tras un año, las acciones ya no valen un millón, sino 900.000€.
Si hubiésemos invertido el 100% con fondos propios, estaríamos en una situación de -100.000€. Sin embargo, al habernos endeudado, estamos en una situación de -180.000€, porque hay que devolver los intereses. Es decir, casi hemos doblado las pérdidas.
Pero esto no es lo peor. Lo peor es que no es lo mismo perder tu dinero que el dinero de un préstamo. La situación en la que estamos, en realidad, es que tenemos acciones por valor de 900.000€ y la obligación de devolver 880.000€ al banco.
Es decir, solo vamos a recuperar 20.000€ de los 200.000 que habíamos invertido. Eso supone una pérdida del 90%. En cambio, si la inversión hubiese sido con fondos propios, hubiésemos perdido 100.000€ de un millón, o sea, un 10%.
Así que, como ves, el apalancamiento nos permite multiplicar nuestras ganancias… Pero también nuestras pérdidas. Es por ello que hay que saber gestionarlo y utilizarlo a nuestro favor de forma inteligente.
Ejemplo de insolvencia: El mayor riesgo del apalancamiento
Un último ejemplo, siguiendo con lo que venimos mencionando anteriormente, es el de la persona que, a través del apalancamiento, acaba siendo insolvente.
Supongamos que este año las acciones no caen un 10% como en el ejemplo anterior, sino que caen un 20%. En ese caso, nuestras acciones ya no valen un millón, sino que valen 800.000€. Esa es la cantidad que nos ha prestado el banco, pero… ¡También le debemos unos intereses de 80.000€!
O sea, estamos en una situación de insolvencia, en la que no podemos hacer frente a nuestras obligaciones.
Y, por supuesto, este es un ejemplo puesto con acciones porque es lo que permite comprender más fácilmente el tema. Sin embargo, esto mismo se puede aplicar a cualquier otro ámbito de la inversión (por ejemplo, en una empresa o comprando una vivienda para alquilarla).
¿Por qué es tan importante el apalancamiento financiero?
El apalancamiento financiero es importante en dos sentidos. El primero es el personal, y el segundo es el social. Vamos a ver cada uno de ellos con algo de detenimiento para entender por qué, a pesar de los riesgos, conviene utilizar el apalancamiento:
Importancia personal
Desde un punto de vista personal, resulta evidente que el apalancamiento es importante porque permite poner en marcha proyectos que, de otra forma, no serían posibles. Por ejemplo, montar una empresa cuando no se tienen suficientes fondos propios.
Además, permite aumentar la rentabilidad de los proyectos, como ya hemos visto, y, en algunos casos (cuando el apalancamiento se gestiona adecuadamente), permite reducir los riesgos (puesto que no nos descapitalizamos de golpe para iniciar un proyecto).
Sin embargo, como ya hemos visto, existe el riesgo de insolvencia, por lo que es importante que el apalancamiento se lleve a cabo cuando se cuenta con un proyecto seguro, y teniendo algún plan B para responder en caso de que las cosas se compliquen.
Importancia social
Desde un punto de vista social, el apalancamiento es positivo porque, por un lado, permite que haya diferentes proyectos que se pongan en marcha (proyectos que, de otro modo, no se podrían iniciar).
Pero, por otro lado, el apalancamiento permite rentabilizar el ahorro. Es decir, si tú has ahorrado, puedes prestar ese dinero para que otra persona se apalanque. Tú recibirás un beneficio por prestar el dinero y, además, contribuirás a que se genere un nuevo proyecto productivo.
Eso sí, que sea importante no significa que siempre sea bueno. Si hay mucho apalancamiento en la sociedad, se puede correr el riesgo de que las deudas no se puedan pagar (o que no haya suficiente ahorro para respaldar tanto apalancamiento), y, en ese caso, puede llegar una crisis.
Entendiendo el apalancamiento en un sentido amplio
Hay que entender que el apalancamiento es un concepto económico y financiero, por lo que lo explicado hasta el momento es lo que más debes tener en cuenta.
Sin embargo, como el apalancamiento financiero tiene tanto poder, muchas personas han empezado a utilizar el término “apalancamiento” en otros ámbitos, no tan relacionado con la idea de la deuda, sino, sobre todo, con la idea de maximización de oportunidades (y riesgos).
El apalancamiento operativo
Quizá el apalancamiento operativo sea el ejemplo más claro de uso del término en sentido amplio y desde el punto de vista de la maximización de riesgos y oportunidades.
El apalancamiento operativo se utiliza para aumentar la rentabilidad de un proceso productivo cambiando el equilibrio que existe entre los costes variables y los costes fijos de dicho proceso productivo.
Para entender este tipo de apalancamiento, hay que entender que una empresa, a medida que crece y se moderniza, tiende a sustituir mano de obra manual por máquinas y equipos (es decir, sustituye costes variables por costes fijos).
También hay que entender que, allí donde la mano de obra es barata, las empresas tienden a retrasar la sustitución de los costes variables por los fijos (porque no les sale a cuenta), mientras que allí donde la mano de obra es cara, sucede lo contrario.
¿Y qué pinta aquí el apalancamiento? Bueno, pues la idea básica es que, si tus costes variables son altos, tienes un apalancamiento operativo bajo, pero, si tienes costes fijos altos, tienes un apalancamiento operativo alto.
¿Por qué? Porque los costes variables son flexibles y puedes adaptarte a la variación de la demanda. Pero los costes fijos (la maquinaria especializada, por ejemplo), no se adapta. Dicho de otro modo, puedes despedir a un trabajador, pero no a una máquina.
El apalancamiento tecnológico
Es habitual, también, oír hablar a la gente acerca del apalancamiento tecnológico. Este término hace referencia al hecho de utilizar la tecnología para aumentar las posibilidades de tu negocio.
La mayoría de las personas que hablan de ello, además, coinciden en que se trata de una forma muy interesante de aumentar los beneficios potenciales y las oportunidades de negocio sin incrementar el riesgo demasiado, porque apalancarte tecnológicamente es barato.
El apalancamiento humano
Con apalancamiento humano se suele hacer referencia a utilizar el talento humano de otras personas para ponerlo a trabajar para ti, del mismo modo que tomas el dinero de otras personas para ponerlo a trabajar para ti.
Es una idea muy potente que pone énfasis en la subcontratación y externalización de ciertos trabajos para conseguir mayores rentabilidades (producto de haber dejado tiempo libre para que desarrolles otras áreas de negocio).
Como puedes ver, el apalancamiento financiero no es nada extraño, aunque el nombre pueda llevar a confusión. El apalancamiento es, simplemente, endeudarse para llevar a cabo una operación (del tipo que sea). Por tanto, cuando hablamos de apalancamiento financiero, hablamos de deuda.